Meditar ha sentado las bases para cualquier práctica energética que he realizado. Reiki, Registros Akáshicos, Canalización o Cuencos Tibetanos.
Una práctica constante de meditación es de seguro uno de los pilares fundamentales de mi vida actual, y ha sido así los últimos 7+ años de mi vida.
La mente y la meditación
La mente es un instrumento poderosísimo que tenemos los seres humanos, tiene un sin fin de capas que se alimentan de nuestra experiencia ya sea conscientemente (por ejemplo de una conversación que tengamos o película que veamos) o inconscientemente (por ejemplo de experiencias vividas durante la infancia o traumas que hayamos suprimido). Todos estos alimentos que recibe la mente van construyendo nuestra forma de ver el mundo.
Si nuestro entorno nos convence a medida que crecemos de que el vecino del frente es esto o aquello, la mente lo tomará como aprendizaje y lo mantendremos en nuestro inconsciente, lo que condicionará nuestro actuar. Toma por ejemplo la rivalidad entre fanáticos de 2 equipos de futbol.
La gráfica muestra, a grandes rasgos, el entendimiento de la mente desde el punto de vista budista, ilustrado por Thich Nhat Hanh y su Sangha (comunidad budista zen).
Las 8 Consciencias
Aquí tenemos Las 8 Consciencias, vemos como los 5 sentidos físicos (vista, tacto, olfato, gusto y audición) alimentan la Consciencia Mental y llegan aún más profundo hasta el Depósito de la Consciencia, donde las semillas de diferentes emociones aguardan a que nuestra experiencia las riegue, por ejemplo si solemos meditar regaremos las semillas de la concentración o también del mindfulness. Caso contrario, si somos iracundos alimentaremos las semillas de la ira por sobre las demás. Y actuaremos acorde a este condicionamiento que se va gestando poco a poco.
Aquí quiero recalcar que esto no significa que debamos suprimir emociones "negativas", si emergen es por alguna razón y lo que sí es útil hacer es averiguar por qué surge esta emoción. Al sentir ira por el comportamiento de otra persona, podemos detenernos a respirar algunas veces hasta sentirnos más calmados para luego preguntarnos ¿por qué su comportamiento despierta en mi la ira?
Quizás te preguntes ¿qué tiene todo esto que ver con terapias energéticas?
¡Tiene mucho que ver!
Meditar para practicar terapias energéticas
Tomemos como ejemplo la Canalización. Al canalizar se está recibiendo información (en forma de sensaciones, imágenes, palabras, etc) de parte de los Guías Espirituales o de algún receptor en nuestro sistema energético. Al recibir esta información, y para que sea posible transmitirla, la interpretamos de la mejor forma posible. Por esto es que algunos canalizadores ven, otros escuchan, otros sienten, etc... ¡o todas las anteriores!
Aquí es donde, en mi experiencia, la meditación juega un papel fundamental, ya que te permite ser consiente de la información que viene de los Guías y diferenciarla de proyecciones mentales basadas en la experiencia.
¡Debemos ser responsables con la información que entregamos!
Recuerdo una vez que, hace años al hacer mi práctica de Registros Akashicos, pensé que el mensaje que había canalizado para el consultante necesitaba un poco de "filtro" para que no sonara tan directo. ¡Casi al instante me dio un retorcijón en el estómago! Esa sensación fue un claro ejemplo de los Guías diciendo "La mente no debe interferir con el mensaje". Así es como debemos estar preparados para distinguir entre la información entregada por los Guías y las construcciones mentales propias.
Esto mismo es aplicable a otras terapias energéticas como por ejemplo el Reiki. Dejar que las manos guíen la sesión es muy distinto a pensar que, en base a lo que sé del consultante, debería alinear la energía en esta o aquella zona.
Y no solo eso, tener una práctica constante de meditación en la frecuencia que más te acomode puede ayudarte en múltiples aspectos. Puede, por ejemplo, ayudarte a tener relaciones interpersonales más conscientes con quienes te rodeen y así entenderlos mejor, puedes ser más consciente en cómo te afectan ciertos alimentos o programas de televisión y cambiar hábitos, o, quizás lo más importante, puede ayudar a que te conozcas mejor (¡cada vez descubro más sobre mi mismo!).
Ok, pero, ¿cómo empiezo a meditar?
Meditar es fácil y a la vez difícil. Solo requiere constancia, abrir un espacio en la agenda para sentarse tranquilamente por 5-10 minutos diarios (o día por medio o la frecuencia que se acomode a tu rutina).
Puedes seguir la forma de meditación que se ajuste más a ti, yo por ejemplo medito en base a las enseñanzas de Thich Nhat Hanh quien es un monje budista zen vietnamita y ha creado prácticas muy simples y a la vez muy profundas. Puedes descubrir más sobre él y su Sangha en www.plumvillage.org o en la Comunidad Chilena de Thich Nhat Hanh.
A continuación dejo algunos videos explicativos sobre esta práctica, al hacer click en la tuerca del video (aparecerá abajo a mano derecha una vez comience) puedes activar los subtítulos en español. Si buscas algún grupo gratuito de meditación, puedes escribirme para recomendarte algunos o puedes buscar aquí.
¡Muchas gracias por leer!
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